TE ALABO, MADRE

561Madre, te alabo filialmente por los obsequios
que me han enviado fieles corazones; fuiste tú
quien, con tu bondad, los impulsaste a cubrir
con abundantes provisiones la mesa de los míos.
562Agradecido devuelvo los dones de amor
a tus benignas manos de madre,
y de corazón te pido: indícame la forma
como el reparto te honre y te alegre.
563Medianera de los dones y de las gracias,
ven; el Señor y tú sean los invitados;
ata estrechamente el vínculo familiar
entre corazón y corazón, entre país y país.
564Serviremos con desprendimiento a tu Obra,
con el corazón fuerte y el rostro alegre,
confiando a ti, durante nuestro peregrinar,
el cuidado por la salud y el sustento.
565Fue eso lo que Jesús nos aconsejara: con palabras
y con hechos busquen primero el Reino de Dios;
lo demás se lo dará el Padre por añadidura,
y no dejen de importunarlo con peticiones filiales.
566Enséñanos a que esos dones nos lleven a lo alto
y a que nos inclinemos reverentes ante el Amor,
que cada día nos abre más y más
su inagotable mar de misericordias.
567Implora copiosas bendiciones de Dios
para todos los que se afanan por nuestro bien;
otórgales, en el duro camino de la vida,
con abundancia tu amor y tu gracia.
Amén